El dolor que cambió mi rutina
Hace unos años, un dolor agudo en mi hombro derecho comenzó a limitar mi vida. Levantar el brazo, cargar objetos e incluso dormir de ese lado se volvieron tareas imposibles. Luego le siguió el hombro izquierdo. Curiosamente, acostarme era la hora más temida del día, puesto que el dolor aumentaba irremediablemente. Por algún motivo, el dolor fue bajando a brazos, antebrazos y muñecas, al grado tal que ya no podía sostener objetos de mas de 250 gramos de peso. Después de visitar al médico, recibí el diagnóstico: síndrome del manguito rotador, una lesión común en los tendones que estabilizan el hombro. La recomendación fue fisioterapia y antiinflamatorios, así como una larga lista de analgésicos cada vez más fuertes, sin que nada pareciera disminuir, o al menos dejar de aumentar cada día, por lo que decidí complementar mi tratamiento con suplementos naturales, después de investigar alternativas de tratamiento para ello.
Los suplementos que eligió mi cuerpo
Investigando, descubrí que algunos compuestos podrían acelerar la recuperación de los tendones y reducir la inflamación provocada por el síndrome del manguito rotador. Decidí probar con:
– Ácido alfa lipoico (ALA): Un potente antioxidante que reduce el estrés oxidativo y la inflamación.
– Glucosamina y MSM: Combinación clave para reparar tejidos conectivos y aliviar el dolor articular.
– Cartílago de tiburón: Rico en colágeno y condroitina, ideal para regenerar cartílagos y tendones dañados.
El cambio que noté en un mes
Al principio, era escéptico. Pero tras 30 días de tomar estos suplementos diariamente, el dolor disminuyó en un 80%. Ya puedo dormir por las noches, y puedo levantar objetos sin molestias. La rigidez matutina casi ha desaparecido, y mi rango de movimiento ha mejorado notablemente.
¿Cómo actuaron estos componentes?
– Ácido alfa lipoico: Ayudó a reducir la inflamación crónica, permitiendo que los tejidos se recuperaran más rápido.
– Glucosamina + MSM: Promovieron la regeneración del líquido sinovial y la elasticidad de los tendones.
– Cartílago de tiburón: Sus proteínas apoyaron la reconstrucción de las fibras dañadas del manguito rotador.
Lo que aprendí en el proceso de mi tratamiento del síndrome del manguito rotador con suplementos
1. La paciencia es clave: Los suplementos no son mágicos, pero con consistencia, los resultados llegan.
2. Combinar terapias: La fisioterapia adecuada + suplementación fue la fórmula ganadora.
Los suplementos que en específico me ayudaron con el Síndrome del Manguito Rotador
Ácido Alfa Lipóico, tratamiento de tres meses
¿Recomendaría Esta Ruta?
¡Absolutamente! Si bien cada cuerpo es diferente, en mi caso, estos suplementos fueron un aliado crucial para recuperar mi calidad de vida. Eso sí, siempre bajo supervisión médica y sin abandonar otros tratamientos.
¿Has probado alguno de estos suplementos para lesiones articulares? ¡Comparte tu experiencia! 💪
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[…] Éste, es un artículo escrito por Mary Hanna. Mi propia experiencia (del editor de México.net) lidiando con el síndrome del manguito rotatorio, esta escrita aquí. […]