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Si hay un lugar en méxico donde la comida es una experiencia espiritual, ese es oaxaca. Este estado del sur no solo enamora con sus paisajes y cultura, sino que conquista a todo el que prueba su increíble variedad de sabores.
La capital de los siete moles
Oaxaca es famosa por sus siete tipos de mole, cada uno con su propia personalidad. Desde el mole negro (el más emblemático, con su mezcla de chocolate y chiles) hasta el mole coloradito o el amarillo, estas salsas complejas son el alma de la cocina oaxaqueña.
Pero oaxaca no es solo mole. Aquí nacen platillos como:
- Las tlayudas, consideradas «las pizzas mexicanas» por su base de tortilla crujiente
- Los chapulines, una proteína sustentable que lleva siglos consumiéndose
- El quesillo, ese queso hilado que mejora cualquier platillo
- El chocolate de agua, preparado con cacao local y especias
Mercados que son templos gastronómicos
Visitar oaxaca sin pasar por el mercado 20 de noviembre o el mercado benito juárez es como ir a roma y no ver el coliseo. En estos lugares encontrarás:
- Alebrijes (artesanías) junto a puestos de comida
- Mezcal de diferentes regiones para todos los gustos
- Nieves de sabores exóticos como leche quemada o tuna
El mezcal: el espíritu de oaxaca
No se puede hablar de oaxaca sin mencionar el mezcal, esa bebida ancestral que hoy es tendencia mundial. En los palenques (fábricas tradicionales) puedes ver todo el proceso: desde el cultivo del agave hasta el ahumado que le da ese sabor tan característico.
Cocina que es patrimonio
En 2010, la unesco declaró la cocina tradicional oaxaqueña como patrimonio cultural inmaterial, reconociendo su valor único. Aquí la comida no es solo alimentación, es:
- Una conexión con las raíces indígenas
- Un arte transmitido por generaciones
- Una forma de celebrar la vida
Tips para vivir la experiencia al máximo
- Toma un tour gastronómico para no perderte nada
- Prueba los mercados menos turísticos como el de la merced
- Visita una casa de mole para ver cómo se prepara tradicionalmente
- No te vayas sin comprar chocolate molido en metate
Oaxaca no es un destino, es un banquete para los sentidos. Cada bocado te cuenta historias de comunidades que han guardado sus recetas como tesoros. ¿Listo para dejarte seducir por sus sabores? Eso sí, ven con hambre… ¡y con ganas de repetir!